El 13 de agosto de 2024, la Oficina Regional del PNUD para América Latina y el Caribe organizó un importante seminario web regional, centrado en la promoción de la responsabilidad compartida en el trabajo doméstico y de cuidados en las administraciones públicas de América Latina y el Caribe. El evento reunió a cuatro instituciones de diferentes países para intercambiar sus experiencias sobre políticas de cuidado y equilibrio entre vida laboral y personal. El debate tuvo como objetivo explorar formas de promover la igualdad de género abordando las responsabilidades domésticas y de cuidado que a menudo recaen desproporcionadamente sobre las mujeres.
La sesión fue inaugurada por Guillermina Martín, Jefa del Equipo de Género de la Oficina Regional del PNUD, quien destacó el papel fundamental de integrar una perspectiva de género en las políticas públicas de cuidado para lograr una verdadera igualdad. El panel incluyó a representantes del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) de Costa Rica, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) de Panamá, el Instituto de Seguridad Social (IPS) de Chile, dependiente del Ministerio de Trabajo, y la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia. Cada institución compartió sus propias experiencias y desafíos en el desarrollo e implementación de políticas de cuidado, ofreciendo una rica diversidad de perspectivas y buenas prácticas. Una de las conclusiones clave del debate fue la persistencia de las desigualdades de género en la prestación de cuidados remunerados y no remunerados. Las encuestas realizadas entre funcionarios y personal público revelaron que las responsabilidades de cuidado en los hogares (ya sea de personas menores, personas mayores o personas con discapacidad) recaen abrumadoramente sobre las mujeres. Esto puso de relieve la urgente necesidad de abordar estos desequilibrios y promover una distribución más equitativa de las responsabilidades de cuidado entre el personal del servicio público.

La evaluación y mejora de las políticas de equilibrio entre la vida laboral y personal fue otro punto crucial del intercambio. Las personas participantes enfatizaron la necesidad de evaluar continuamente la eficacia de estas políticas, asegurándose de que satisfagan las necesidades reales de los miembros del personal. Se alentó a las instituciones a monitorear el impacto de sus políticas y hacer los ajustes necesarios para crear condiciones más justas y equitativas para todas las personas colaboradoras.
El debate también se centró en el concepto de masculinidades y la necesidad de una mayor participación masculina en el cuidado no remunerado. Cuestionar los roles de género tradicionales y alentar a los hombres a asumir más responsabilidad en el cuidado y el trabajo doméstico es esencial para lograr una verdadera responsabilidad compartida tanto en el hogar como en el lugar de trabajo. Las personas participantes coincidieron en que promover este cambio requiere reconocimiento, concienciación y un cambio cultural deliberado.
El papel del Estado en la promoción de la responsabilidad compartida en el cuidado fue un tema clave. El debate destacó tres funciones principales que desempeña el Estado: como regulador, proveedor de servicios de cuidado y promotor del cambio cultural. Si bien es crucial crear políticas de cuidado sólidas, las personas participantes también señalaron los desafíos significativos que implica su implementación. Se necesita un debate público y una defensa de los derechos para garantizar que la atención se reconozca como un derecho universal y que se garantice el acceso a ella a toda la ciudadanía.
El seminario web fomentó con éxito un intercambio de ideas entre países, demostrando la importancia de la colaboración y el aprendizaje de diferentes contextos en el esfuerzo continuo por promover la responsabilidad compartida en materia de atención y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal dentro de las administraciones públicas.